MENSAJE DE MONS. PEDRO PABLO ELIZONDO, LC
1.- Cuando Juan Pablo II visitó nuestro País, todo México se estremeció de emoción y salió a verlo a las calles. Se tuvo que acondicionar un vehículo abierto para que todo mundo pudiera verlo y saludarlo y desde el primer día se hizo famoso el papamóvil. Feliz y contento el Papa recorrió las calles de ciudad de México y toda la carretera de México a Puebla y quedó sumamente impresionado por la valla humana que flanqueaba a su paso cientos de kilómetros para verlo pasar aunque fuera unos instantes. Lo más significativo de este acontecimiento fue que el mismo Juan Pablo II quedó marcado por esta visita: descubrió su vocación de misionero. Hoy tenemos la gracia de recordar aquellos felices momentos con la presencia del papamóvil en nuestras tierras Quintanarroenses. Es una oportunidad para darle gracias a Dios y recordar con cariño a este gran Papa mensajero de la paz, que será beatificado el primero del mayo de este año en Roma.
2.- Juan Pablo II se encariñó de México, se encariñó de los mexicanos y se encariñó tanto con la Virgen de Guadalupe que se la llevó a su despacho de Roma y descubrió que ella había sido la estrella de la evangelización primera de América y que también podía enseñarnos a evangelizar a los pueblos de América en este momento crucial de la historia. Nos la señaló como modelo de misioneros: Ella vino a estos pueblos lejanos y se quiso quedar aquí con nosotros y nos habló en un lenguaje. Se manifestó a los alejados que no conocían a Cristo y les mostró a Cristo verdadero Dios y salvador, Rey que inauguraba la era del quinto sol que estaban esperando y que les devolvió la vida: la paz, el sentido, la alegría, la esperanza y la vida eterna. Logró con su ternura de madre pacificar y hermanar a los dos pueblos en conflicto y hacer de los dos un solo y grande pueblo. Así nació el México que hoy conocemos.
3.- La última vez que vino el Papa tenía un interés muy especial en despedirse de México y en canonizar a San Juan Diego en la Basílica de Guadalupe. El sentido de esta canonización ha resultado profético. El significado de San Juan Diego se ha revelado de suma importancia para la nueva evangelización más misionera que en estos momentos emprende la Iglesia Católica en todo el continente americano. Se trata de un fiel cristiano laico común y corriente, muy humilde y muy devoto. Elegido por María de Guadalupe para ser mensajero ante el Obispo Zumárraga, se convierte en mensajero del amor de María y del amor de Dios para todos los moradores de esta tierra. Una vez que María se le aparece y le encomienda la misión, ya no puede vivir para otra cosa y ya no podrá hablar de otra cosa. Se entregó en cuerpo y alma a anunciar el amor de Dios y el amor de María Santísima de Guadalupe y se convirtió en un gran discípulo y misionero del Señor. A cada uno de los católicos mexicanos le recuerda y le dice mucho la presencia del papamóvil. Muchos recuerdos y muchas lecciones que pueden ayudarnos a ser mejores católicos convirtiéndonos en mejores discípulos misioneros del Señor.
+ Pedro Pablo Elizondo Cárdenas L.C.
Obispo Prelado de Cancún-Chetumal
Cancún, Quintana Roo a 3 de abril del 2011
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