Por: Juan Pablo Uicab May
Liga Misional Juvenil Cozumel
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: “Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado”. (Mc 16, 15-17)
Haciéndose participes del mandato que Jesús nos deja, a partir del 16 al 24 de abril de 2011, 5 jóvenes entusiastas, pertenecientes a la Liga Misional Juvenil de Cozumel, Quintana Roo, acudieron a la comunidad de Chiquilá, Quintana Roo, para compartir la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo con la población de la comunidad mencionada.
El trabajo que se realizo en la comunidad fue en conjunto con un grupo de 6 jóvenes pertenecientes al movimiento de Juventud y Familia Misionera, coordinando actividades y acordando un programa general entre ambos apostolados. Se logro una excelente manera de trabajar, todo para beneficio y gloria de Dios.
Las actividades, oficialmente, con la comunidad iniciaron el domingo 17 de abril, celebrando la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, en el domingo de ramos, encomendando a él, la misión que tomaba inicio, para que todo fruto que surgiese sea a beneficio de su gloria.
Grata fue la sorpresa del equipo de misión, al encontrarse con un grupo de renovación carismática del Espíritu Santo. Hay que mencionar que los integrantes del grupo son las personas encargadas, de prácticamente toda la vida apostólica, que se pueda presentar en la capilla de la comunidad. De igual manera ya tenían el conocimiento y cierta organización de las actividades a realizar durante la Semana Santa. Así que, durante nuestra estancia, en la comunidad de Chiquilá, la actividad fundamental era invitar a las familias a participar de la solemnidad del Triduo Pascual, para que como católicos vivamos esta semana especial para nosotros, y podamos celebrar que Jesús venció a la muerte por nuestra salvación.
Se contó con una buena participación con los niños de la comunidad, disfrutando unas excelentes tardes, en las que Dios nos permitió compartir momentos de formación y diversión con ellos. En relación, a las personas adultas, agradecemos a Dios, que los motivo a estar presentes en los rosarios ofrecidos a la Virgen María en los que, por las tardes, pedíamos por la comunidad y necesidades de su gente.
Finalmente, los días especiales de jueves, viernes y sábado santo, se vivió la fe que las personas de esta comunidad tienen arraigada, y que los motivo a estar presente, el jueves, en la celebración de la última y lavatorio de pies, para continuar con la vigilia a Cristo Eucaristía que se alargo hasta la mañana del día siguiente.
El viernes santo, continuando con las costumbres de la iglesia católica, se vivió el viacrucis representado, que las personas de la comunidad prepararon entusiastamente. Fueron participes de la celebración de la pasión y muerte de Jesús, así como el dolor de nuestra Madre María, durante la marcha en silencio, rosario de pésame, y ya el sábado, el Vía Matriz.
El sábado, el grupo de la LMJ, tuvo la gracia de compartir con dos comunidades, la celebración de la victoria de Jesús sobre la muerte, con la Vigilia Pascual. Primeramente en la comunidad de Solferino, continuando en Chiquilá.
Agradecemos al P. Imre Juhasz por permitirnos compartir con estas comunidades, además de su apoyo y acompañamiento en la celebración de estos días del paso del Señor. También hacemos extensa este agradecimiento a las familias que con agrado, afecto y mucho cariño, nos recibieron, nos brindaron un techo y alimento, pero sobre todo nos permitieron apreciar el amor de Dios en ellos.
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