Se reunieron los Responables de Comisiones y Dimensiones de Pastoral de la Provincia
Más imágenes, haz click aquíDel 15 al 18 de septiembre se efectuó el Primer Curso-Taller Provincial de capacitación de coordinadores de Comisiones y Dimensiones de Pastoral. Esta reunión congregó a 60 representantes de la Arquidiócesis de Yucatán, la Diócesis de Tabasco, la Diócesis de Campeche y la Prelatura de Cancún-Chetumal. Coincidió con la Reunión Provincial de los Obispos y Vicarios generales de estas Diócesis.
Sacerdotes, religiosas, consagrados y laicos pudieron compartir experiencias comunes y lograron entablar un diálogo en el cual se concretó un Programa Provincial de Pastoral en torno a las seis grandes comisiones de Pastoral: Pastoral Profética, Pastoral Litúrgica, Pastoral Social, Pastoral de Vocaciones y Ministerios, Pastoral de Juventud, Familia y Laicos, y la Pastoral de la Comunicación. Este Programa de Pastoral es un signo de unidad y comunión de las Diócesis del Sureste, las cuales se propusieron llevar un itinerario común: La Misión Continental y su prioridad en todos los proyectos Diocesanos y de Pastoral. Se reconoció e invitó formalmente a que todos los bautizados de la Península de Yucatán seamos una sola Iglesia, una Iglesia en Estado de Misión Permanente.
La ceremonia de inicio de actividades de esta reunión, que fue presidida por el arzobispo de Yucatán, Monseñor Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, concelebrando con él los monseñores Benjamín Castillo Plascencia, obispo de Tabasco; Pedro Pablo Elizondo Cárdenas y Jorge Bernal Vargas, titular y emérito, respectivamente, de la Prelatura de Cancún-Chetumal; Ramón Castro Castro, de Campeche, y Rafael Palma Capetillo, auxiliar de Yucatán.
En su homilía, monseñor Emilio Carlos resaltó la importancia de la convicción, la libertad y el amor de Dios, citando partes de un texto del papa Benedicto XVI. “El martirio es la coherencia de la convicción hasta llegar al extremo de dar la vida”, afirmó el prelado al recordar a los mártires católicos. “Jesús se quejaba de la falta de convicción, ya que la gente no creía en Juan el Bautista y tampoco en Él”. Monseñor Berlie Belaunzarán apuntó que la libertad la otorga el sentirse amado por Dios. “Debemos aceptar que, pese a que somos seres pasajeros, Dios nos ama; aceptar el amor de Dios transforma la vida”. Y enfatizó que “Es importante que nos comprometamos al servicio de los demás, ser hombres de convicciones y no de conveniencias”.
Todo esto generó que los participantes al Curso-Taller reencontraran un camino común a sus planes y proyectos Pastorales y que lograran establecer canales de comunicación efectivos para que se compartan ideas y propuestas que sean puestas en el diálogo y el trabajo en conjunto, de esta manera se ahorraría esfuerzo, dinero y se alcanzaría profesionalismo, efectividad y subsidiaridad entre las pastorales.
Por último se vio la necesidad de contar con laicos profesionales, capacitados y comprometidos para llevar adelante las Pastorales, ya que la fuerza y papel de los laicos es fundamental en la Iglesia y los sacerdotes, quienes saben que hay carencia de vocaciones, necesitan enfocarse en el trabajo ministerial y sacramental así como en la búsqueda de nuevas vocaciones y delegar el trabajo administrativo a los laicos más preparados.