Se reúnen en Catedral de Cancún Religiosos, religiosas y consagrados
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Con motivo de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, la Dimensión de Vida Consagrada congregó a las congregaciones religiosas masculinas y femeninas así como a los laicos consagrados presentes en Cancún. El motivo de la celebración fue una acción de Gracias a Dios por el don de la vocación consagrada. Ante Jesús Eucaristía, oraron juntos por las vocaciones del mundo entero y al finalizar la Hora Santa y la meditación, compartieron la eucaristía en la Santa Misa.
La Concelebración se llevó a cabo en la Catedral de Cancún el pasado 2 de febrero, Día de la Candelaria y Fiesta de la Vida Consagrada. Estuvo presidida por Mons. Pedro Pablo Elizondo, quien fue acompañado por más de veinte sacerdotes religiosos, y una larga procesión de religiosas, religiosos y consagrados que llevaban en sus manos las velas que simbolizan la luz de Cristo y su espera vigilante en la vida de consagración hasta el encuentro con el "Esposo".
Mons. Pedro Pablo los exhortó a la perseverancia y la fidelidad y les motivó a seguir adelante, pues la vida consagrada es un testimonio de vida cercana a Dios y las almas consagradas a Él son ampliamente buscadas por los seglares como luz para sus vidas y orientaciónen sus caminos. Al finalizar la Eucaristía, juntos se reunieron en un ágape fraterno, en el que se vivieron momentos de convivio y alegría, compartiendo el pan y la sal.
Con motivo de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, la Dimensión de Vida Consagrada congregó a las congregaciones religiosas masculinas y femeninas así como a los laicos consagrados presentes en Cancún. El motivo de la celebración fue una acción de Gracias a Dios por el don de la vocación consagrada. Ante Jesús Eucaristía, oraron juntos por las vocaciones del mundo entero y al finalizar la Hora Santa y la meditación, compartieron la eucaristía en la Santa Misa.
La Concelebración se llevó a cabo en la Catedral de Cancún el pasado 2 de febrero, Día de la Candelaria y Fiesta de la Vida Consagrada. Estuvo presidida por Mons. Pedro Pablo Elizondo, quien fue acompañado por más de veinte sacerdotes religiosos, y una larga procesión de religiosas, religiosos y consagrados que llevaban en sus manos las velas que simbolizan la luz de Cristo y su espera vigilante en la vida de consagración hasta el encuentro con el "Esposo".
Mons. Pedro Pablo los exhortó a la perseverancia y la fidelidad y les motivó a seguir adelante, pues la vida consagrada es un testimonio de vida cercana a Dios y las almas consagradas a Él son ampliamente buscadas por los seglares como luz para sus vidas y orientaciónen sus caminos. Al finalizar la Eucaristía, juntos se reunieron en un ágape fraterno, en el que se vivieron momentos de convivio y alegría, compartiendo el pan y la sal.
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