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La mañana de este domingo se atavió de colores la Catedral de Cancún, al celebrar la fiesta patronal: La Santísima Trinidad. Los diversos grupos de apostolado realizaron una gran Kermés para que los fieles pudieran disfrutar de eventos de folklor, danzas típicas, participación musical de niños y jóvenes, y hasta mariachi.
La Solemne celebración eucarística fue alas 12:00 hrs, presidida por Mons. Pedro Pablo Elizondo LC, quien recordó que la Santísima Trinidad es el misterio de Dios, que se nos muestra incomprensible: Tres personas distintas, pero a la vez iguales, unidos por el Amor en un solo Dios Verdadero.
Mencionó el testimonio de una de las madres del PAIPID AC, quienes trabajan caritativamente cuidando a los enfermos terminales de Sida. Ella afirma que es la misma confesión la de todos ellos, que ha sido la falta de amor por la cual se dejaron caer en el vicio, en la drogadicción, en la sexualidad desenfrenada. La falta de amor de sus padres y semejantes. Hay una sed constante de Amor, en todo ser humano. Esa sed de Amor es una sed de Dios porque Dios es Amor, no es soledad sino comunidad, familia y Amor.
El gremio de la Renovación carismática vestida con los trajes típicos de nuestra península tuvo la oportunidad de participar en la celebración, en la liturgia y en el canto. Igualmente el Grupo de los Adoradores Nocturnos del Santísimo Sacramento en la Catedral, realizaron por la tarde una hora Santa en honor de la Santísima Trinidad.
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